Microlearning: la revolución del aprendizaje en píldoras de conocimiento

Microlearning: la revolución del aprendizaje en píldoras de conocimiento

La influencia que han tenido los avances tecnológicos en los hábitos de las personas, así como en las áreas en las que se desenvuelven, han propiciado nuevas formas de hacer las cosas, y aprender no es la excepción.

Esto explica lo que sucede con el microaprendizaje, una estrategia que se alinea con las dinámicas de consumo de información de las nuevas generaciones (Salas-Díaz & González-Bello, 2023).

El microaprendizaje, o microlearning, es una metodología de aprendizaje que entrega información en pequeños módulos, generalmente de 2 a 15 minutos, para facilitar la asimilación y retención de conocimientos.

El aprendizaje convencional se desarrollaba de manera presencial y extenso períodos de tiempo. En el mejor de los casos estudiar por correspondencia planteaba una dinámica a distancia, pero siendo el tiempo la constante.

Respecto a esto Salinas y Marín (2014), señalan que este enfoque se orienta a la fragmentación de contenidos didácticos de corta duración, diseñados para ser visualizados en cualquier momento y lugar, lo cual es especialmente relevante con el auge de los dispositivos móviles.

Estos módulos están diseñados para ser fácilmente consumibles y mejorar la participación del estudiante, adaptándose a un mundo donde la atención es un recurso cada vez más escaso y disputado.

Esta metodología tiene varias características que la distinguen de los modelos más convencionales. Abrego et al. (2021) destacan que el microlearning se presenta como una herramienta que se adapta de mejor manera a la era tecnológica, apoyándose en esta para transmitir conocimiento.

Estructura del microaprendizaje

La estructura de esta metodología de aprendizaje está claramente definida y es de suma importancia priorizarla, debido a que esto asegurará los objetivos de extensión y efectividad. Betancur-Chicué y García-Valcárcel Muñoz-Repiso (2023) profundizan en las características del diseño de estas estrategias, resaltando la importancia de una estructura basada en introducción, microcontenido y preguntas, con especial relevancia del video educativo. Algunas de estas características distintivas incluyen:

  • Brevedad y enfoque: cada módulo se centra en un objetivo de aprendizaje específico y conciso (Salinas & Marín, 2014).
  • Accesibilidad: los contenidos suelen estar disponibles en múltiples dispositivos, especialmente móviles, lo que permite el aprendizaje «just-in-time» (Salinas & Marín, 2014; Abrego et al., 2021).
  • Flexibilidad: el estudiante puede consumir los módulos a su propio ritmo y según su disponibilidad de tiempo (Abrego et al., 2021).
  • Interactividad (potencial): aunque no siempre presente, los módulos pueden incluir elementos interactivos para fomentar la participación y la aplicación del conocimiento (Betancur-Chicué & García-Valcárcel Muñoz-Repiso, 2023).
  • Fragmentación estratégica: no se trata solo de dividir el contenido, sino de hacerlo de manera pedagógicamente coherente para facilitar la construcción del conocimiento (Salinas & Marín, 2014).

Es posible que frente a estas nuevas metodologías se formulen cuestionamientos sobre la eficiencia que pueda tener en la meta de la enseñanza de conocimientos. Por consiguiente, es indispensable definir: ¿En qué casos se puede emplear el microlearning?

El microlearning no se ajusta a todos los escenarios de aprendizaje, aunque sin duda es un modelo flexible y adaptable. Salinas y Marín (2014) señalan su relevancia para el aprendizaje a lo largo de la vida y, muy especialmente, para el aprendizaje que requiere ser aplicado al momento (just-in-time).

No se debe olvidar que la educación tiene dos actores principales el estudiante y el docente, ambos grupos generan su percepción en base a sus experiencias educativas. Abrego et al. (2021) indican que desde la perspectiva del profesor, permite brindar conocimiento en un formato que se adapta a la manera de aprender del estudiante, y desde la del alumno, puede mejorar la retentiva y aumentar la motivación.

Como muchos nuevos modelos, el microlearning puede resultar funcional para objetivos específicos de educación. Algunos de estos son:

  • Capacitación Corporativa y desarrollo profesional: ideal para actualizar habilidades específicas, introducir nuevos procesos o reforzar conocimientos clave de manera rápida y eficiente (Salinas & Marín, 2014). Por ejemplo, para entrenar en el uso de un nuevo software o en protocolos de seguridad.
  • Educación continua y refuerzo del aprendizaje: puede servir para complementar formaciones más extensas, ofreciendo «píldoras de recuerdo» o profundizando en temas puntuales (Abrego et al., 2021).
  • Aprendizaje informal y auto-dirigido: se adapta muy bien a la forma en que las personas buscan información hoy en día: respuestas rápidas a preguntas concretas (Salas-Díaz & González-Bello, 2023).
  • Inducción y onboarding: permite a los nuevos empleados o estudiantes familiarizarse con conceptos básicos o procedimientos de forma gradual y digerible.
  • Desarrollo de habilidades blandas: aunque con ciertos desafíos, módulos cortos pueden introducir conceptos y ofrecer consejos prácticos sobre comunicación, liderazgo, etc., que luego se pueden practicar y profundizar por otros medios.
  • Formación en temas de cumplimiento normativo: Donde es crucial la asimilación de información específica y la actualización constante.

El microaprendizaje sin duda se convierte en una opción ideal para el refuerzo de aprendizaje e incluso la asimilación de conocimientos específicos, enfocados en habilidades puntuales. Actualmente diversas plataformas ya ofrecen conocimientos en píldora o cápsulas de aprendizaje.


Bibliografía (fuentes consultadas y citadas)

  • Abrego, G., González, R., Cornejo, E., & De León, C. (2021). El microlearning en la educación superior. SEMILLA CIENTÍFICA, 2(2), 285-292.
  • Betancur-Chicué, V., & García-Valcárcel Muñoz-Repiso, A. (2023). Características del Diseño de Estrategias de microaprendizaje en escenarios educativos: revisión sistemática. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 26(1), 201-222.
  • Salas-Díaz, F., & González-Bello, E. O. (2023). Perfiles de estudiantado universitario que adopta estrategias de microaprendizaje. Revista Electrónica Educare, 27(2), 1-17.
  • Salinas, J., & Marín, V. I. (2014). Pasado, presente y futuro del microlearning como estrategia para el desarrollo profesional. Campus Virtuales, 02(III), 46-61.

Articulo desarrollado con soporte de inteligencia artificial


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