Todos los días nos comunicamos, pero qué porcentaje de la comunicación que ejercemos es consciente e intencional, es decir; con un claro objetivo frente a lo que se desea lograr.
La comunicación consciente busca coordinar tres procesos, la formulación de las ideas, cómo las expresamos (verbo y expresión) y cómo complementamos la comunicación verbal con las no verbal (gestos, señas, movimiento, posturas, etc.)
En cuanto a la intencionalidad, esta inicia en el momento de establecer el objetivo de lo se desea lograr con un proceso de comunicación determinado.
Aplicación de los conceptos
La comunicación consciente e intencional se puede emplear en cualquier tipo de comunicación y en diferentes niveles de esta. Estos dos factores hacen posible la configuración del proceso y su adaptación para emplearse en el área que se requiera.


En las ventas la comunicación debe ser directa (persona a persona en el mismo lugar) y se da a nivel interpersonal (el nivel de relación es importante), el objetivo es persuadir y el proceso respectivo se da del punto E (Emisor) al punto P (Perceptor), como se muestra a continuación.

¿Qué sigue?
A partir de estos conocimientos una persona puede definir el mensaje (lo que desea decir, cómo lo va a decir y la manera de complementarlo), en el caso de las ventas debe identificar su prospecto (audiencia), establecer el tiempo efectivo de comunicación, la tácticas correctas y alcanzar el objetivo.
Comunicarse de manera correcta, es decir; con el mayor nivel de efectividad, permite interactuar con el entorno, aportar o lograr lo que se desea en este y también de los elementos que lo conforman.
Configure con efectividad sus ideas, las palabras y los gestos (en general lo no verbal), para comunicarse (expresar y escuchar) de manera consciente e intencional. Gracias por leerme.